Todas las culturas tienen un arma específica y cada arma tiene su cultura. Y detrás de cada arma hay una diferente mentalidad, diferentes usos, diferentes formas de vivir y concebir la lucha.
El arte y la técnica del uso de las armas se han ido modificando con el devenir de los días, de los años, de los siglos. Conocerlos significa saber el arte y la mentalidad de cada pueblo, a veces dramática, pero siempre rica y significativa. Reservemos así un lugar muy especial a aquellas armas que acompañaron a nuestros soldados, siempre que el país tuvo que luchar por su libertad y su soberanía.
Acorde a estos conceptos, el Museo de Armas de la Nación permite a los visitantes recorrer la historia a través de las armas, mostrando la evolución desde los artilugios de la Edad Media hasta el automatismo del siglo XX.
Al iniciar el recorrido, el espectador pronto tiene idea de la importancia de la colección, que lo lleva con entusiasmo de un objeto a otro en un espacio amplio, agradable y didáctico, que apuesta al color, la luz y la escenografía. El museo, ubicado en la calle Maipú, esquina Santa Fe, en Capital.
En el Patio de las Armas hay piezas de artillería que custodian la fachada del Museo, considerado “el santuario donde descansan las armas que forjaron la Patria”. También hay piezas de otros países del mundo. En definitiva, el museo es un espacio en el que las armas son testigo de la historia.
Sables y espadas son exponentes de tiempos cuando la esgrima era el arte de nobles y caballeros, y la firma de un insigne espadero se buscaba como hoy se busca la de un autor en una librería.
Con la aparición de las armas de fuego portátiles, el ingenio del hombre no descansó, presuroso en crear y mejorar los diferentes sistemas de ignición. La sala Fray Luis Beltrán es un ejemplo de esta búsqueda, con su importante colección de armas largas de fuego que atrapa la atención de aficionados y especialistas.
Con la aparición de las armas de fuego portátiles, el ingenio del hombre no descansó, presuroso en crear y mejorar los diferentes sistemas de ignición. La sala Fray Luis Beltrán es un ejemplo de esta búsqueda, con su importante colección de armas largas de fuego que atrapa la atención de aficionados y especialistas.
Fui y me encanto, sobre todo las armas antiguas. Ademas hay personas muy compenetradas con la materia que hafcen de la visita un agradable paseo :)
Continua en: http://docs.google.com/Doc?id=dch4q36q_3gszxjvdj
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